La espiritualidad
es el desenvolvimiento de
la nobleza innata.
Es la Divina Herencia de cada alma.
El propósito del esfuerzo serio en el camino espiritual
es llegar a ser consciente de esa Divina Herencia
que se revela así misma en el despertar al llamado interno.
La nobleza de espíritu,
que para los Sufis es llamada,
“La Manera de Dios”
no puede ser ni enseñada ni aprendida;
brota como un Divino capullo
cuando uno se vuelve consciente de su Mensaje.
Esta Manera, o “nobleza innata”,
es el más alto principio religioso,
la verdadera aristocracia del espíritu
y el más bello ejemplo de democracia
en el lenguaje del corazón,
que se expresa a sí misma en términos de
tolerancia y perdón hacia todos. – Hidayat lnayat Khan.