Me presento: Yo Soy y me identifico como un ser que reconoce una inteligencia superior divina en todo lo que existe y sucede, soy parte de esta inteligencia y trabajo con un propósito de Amor y servicio para la unidad de un único mundo y por la evolución de la conciencia. Investigadora y observadora de los procesos de desarrollo humanos y divinos, permitiéndome de esta manera comprenderme a mí misma y a los demás y así mismo poder encontrar un diálogo directo con la naturaleza.
Me llamo Maria Fernanda Encizo Ramirez: Mafe Encizo, nací en Bogotá, Colombia, en el núcleo de una familia de mormones, en donde hoy en día, aún estando inactiva en esta religión, agradezco las bases y valores que me dejaron. Desde niña he experimentado un llamado esencial hacia los temas espirituales de autoayuda, esoterismo, filosofía trascendental, poesía del espíritu, felicidad del pensamiento entre otros. Crecí bajo un ambiente intelectual, donde confluía el arte, la sincera educación de los sentidos, el teatro, la televisión y locución, y eventualmente el diseño de Arte y moda. Fue así como hospedé en mi ser esa fortaleza que vibraba conmigo y me empujaba a buscar respuestas a esa belleza que me invadía, a ese diálogo interior conmigo misma y con la naturaleza, y que se fue cargando de valores intuitivos, de sabiduría, de una beneplácita voluntad. Fueron años de inquietante soledad y aprendizaje.
Cuando se pasa por procesos de aprendizaje difíciles en la vida, en esos momentos de laberintos que traen con ellos mismos un cerco y muchas veces una sombra enceguecedora, es ahí precisamente, en esos instantes de desasosiego y desesperación, cuando creemos tener la vida en vilo, es donde surgen las verdaderas iluminaciones. En un duro trance de mi vida, descubrí el nuevo camino, un nuevo ”despertar”, pienso que ese mal momento fue definitivo para encontrar la revelación.
Comencé a investigar, a leer libros, a asistir a conferencias, asistí a seminarios, logré inmiscuirme en grupos de pensamiento trascendental, incluso visité muchas religiones que pudieran disipar ciertas dudas hasta que finalmente me encontré conmigo misma. Esa lucha interior terminó por llevarme hacia mi codiciado propósito existencial, a encontrar las herramientas que cristalizaran mi esencia, a elucubrar mejor mis ideas y a darle un valor real a los sueños, al verdadero Amor. Las cosas y situaciones se materializan si uno realmente las necesita, y fue así como cayeron en mis manos las enseñanzas de Gerardo Schmedling Torres, un humanista colombiano, sociólogo y cooperólogo autodidacta, creador de la “Escuela de la magia del Amor”, quien influyó impactantemente en la complementación de mi desarrollo espiritual y filosofia de vida. Sus enseñanzas me ayudaron a forjar esta aventura, que sería definitiva para mi vida: ser útil a los demás, ser facilitador de esta información de Amor y servicio. Compartir con mi propia experiencia y verificación la transmutación de eventos en mi vida, me permitiría la oportunidad unánime de emprender la búsqueda de mi propia felicidad y hallar una conciencia de unidad y servicio.
Me fui llenando potencialmente de fe, una fe impresionante, una fe sagrada que fue sembrando en mi; sabiduría, palabra, y valores innatos, que nunca pensé haberlos tenido, o merecerlos.