EL ARTE DE EVOLUCIONAR

Email

Contáctarnos

WhatsApp

+1 (305) 725-8339

Cart

Revise sus compras

El poder contra la fuerza

EL PODER CONTRA LA FUERZA

Cuando lo examinamos, veremos que el poder surge del significado. Tiene que ver con el motivo, y tiene que ver con los principios. El poder está siempre asociado con aquello que apoya el significado de la vida misma. Apela a esa parte de la naturaleza humana que llamamos noble en contraste con la fuerza, la cual apela a aquello que edifica, dignifica y ennoblece. La fuerza debe siempre ser justificada, mientras que el poder no requiere de justificación. La fuerza se asocia con lo parcial, el poder con el todo. Si analizamos la naturaleza de la fuerza, vemos fácilmente la razón por la que siempre sucumbimos al poder; esto es conformidad con una de la Leyes básicas de la física. Se debe a que la fuerza crea automáticamente un contrapeso y su efecto está limitado por definición.

Podríamos decir que la fuerza es un movimiento que va de aquí hacia allá ( o lo intenta) contra la oposición. El poder, en cambio, es inmóvil. Es como un campo estático que no se mueve. La gravedad por sí misma, por ejemplo no se mueve contra nada. Su poder es el mover todos los objetos dentro de su campo, pero el campo de gravedad por sí mismo no se mueve.

La fuerza siempre se mueve contra algo, mientras que el poder no se mueve contra nada en absoluto. La fuerza es incompleta y por lo tanto tiene que ser sustentada por la energía constantemente. El poder es total y completo en sí mismo y no requiere nada externo. No pide nada, no requiere nada. Con la fuerza tiene un apetito insaciable, se consume constantemente. El poder da vida y energía, la fuerza las aberrata. Advertimos que el poder está asociado con la compasión y nos hace sentir mal con nosotros. La fuerza siempre crea contrapeso y su efecto es el de polarizar en vez de unificar. La polarización siempre implica conflicto y su costo, sin embargo, es siempre alto. Como la fuerza incita a la polarización, produce inevitablemente una dicotomía entre ganar y perder, y puesto que alguien siempre pierde, se crean enemigos. Al enfrentarse siempre con enemigos, la fuerza requiere la defensa constantemente. La actitud defensiva es invariablemente costosa, ya sea en el mundo del comercio, en la política o en las relaciones internacionales.

Cuando se busca la fuente del poder, notamos que se asocia con el significado, y este significado tiene que ver con el significado de la vida misma. La fuerza es concreta, literal y argumentable. Requiere de pruebas y de soporte. Las fuentes del poder, sin embargo, son indiscutibles y no están sujetas a pruebas. Lo auto-evidente no es discutible. Que la salud es más importante que la enfermedad, que la vida es más importante que la muerte, que el honor es preferible a la deshonra, que la fe y la confianza son preferibles a la duda y al cinismo, que lo constructivo es preferible a lo destructivo: todas son declaraciones evidentes que no están sujetas a pruebas. A fin de cuentas, lo único que podemos decir sobre la fuente del poder es simplemente ‘’es’’. 

– David R. Hawkins –


English EN French FR Italian IT Portuguese PT Spanish ES